No mires, únete: una oda necesaria a la albóndiga

Tuve un novio cómico que me regaló una lata de albóndigas por mi cumpleaños. No cualquier lata: la de peor calidad del supermercado de barrio menos popular, y con guisantes. Fue el mejor regalo de mi vida.  

​Tuve un novio cómico que me regaló una lata de albóndigas por mi cumpleaños. No cualquier lata: la de peor calidad del supermercado de barrio menos popular, y con guisantes. Fue el mejor regalo de mi vida. 

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