Juan Carlos Ferrero fue uno de los mejores tenistas de su generación y, cuando se retiró, tuvo ofertas para entrenar a los mejores profesionales del circuito, pero él, guiado por su forma de ser, se decantó por dedicarse en exclusiva a formar a un adolescente Alcaraz con el que llegó a la cumbre. Hoy han decidido separar sus caminos después de siete años juntos.
Juan Carlos Ferrero fue uno de los mejores tenistas de su generación y, cuando se retiró, tuvo ofertas para entrenar a los mejores profesionales del circuito, pero él, guiado por su forma de ser, se decantó por dedicarse en exclusiva a formar a un adolescente Alcaraz con el que llegó a la cumbre. Hoy han decidido separar sus caminos después de siete años juntos.