Hay varias teorías sobre la ausencia de esta fruta en el último banquete ofrecido por Carlos III a los emperadores de Japón en Buckingham. Los monarcas británicos acostumbran a incluirla como adorno de sus mesas y parte del postre desde hace siglos.
Hay varias teorías sobre la ausencia de esta fruta en el último banquete ofrecido por Carlos III a los emperadores de Japón en Buckingham. Los monarcas británicos acostumbran a incluirla como adorno de sus mesas y parte del postre desde hace siglos.